La S. Congregación estudió el informe del Padre Manyanet y el voto del P. Luigi Lupidi con las observaciones que había hecho al texto de las constituciones, en la sesión del 27 de abril de 1887. Y mandó al obispo Català, de Barcelona, las Animadversiones a las constituciones “con el ruego de que una vez incorporadas al texto y transcurrido un tiempo de prueba prudencial, las presentase de nuevo a la aprobación de la Congregación”.
Y simultáneamente, preparó también el Decretum Laudis que, sometido al Papa León XIII en la audiencia del 29 de abril, lleva la fecha del 30 del mismo mes. El texto tiene algunas inexactitudes históricas, pero la alabanza es incondicional por lo que se refiere al fin del instituto.