El 1864, el colegio San José de Tremp, fue el primer intento y la primera casa del naciente instituto religioso. El alquiler de los entresuelos de la casa Ferrer primero, y las comprar progresivas después de toda la casa y de la adyacente casa Salís, dieron poco a poco forma al colegio San José que, abierto en setiembre de 1864, ya en 1868, al estallar la revolución de setiembre, daba óptimos frutos, según el testimonio de los propios alumnos.